Depredadores de Serpientes

Hasta el más temible depredador tiene amenazas dentro de la vida salvaje. Existen ocasiones en que ni el veneno ni la fuerza constrictora de las serpientes logra hacer que se salven de sus enemigos.

Algunas aves, mamíferos y serpientes son inmunes al veneno de otros ofidios, por lo que para ellos no resulta una tarea tan difícil el hecho de capturarlas e ingerirlas.

Mangostas

Podemos pensar que las mangostas son animales muy valientes cuando vemos que se enfrentan a las respetables cobras reales, poseedoras de un veneno letal. Pero ellas son experimentadas cazadoras que saben esquivar los rápidos movimientos de dicho reptil y enfrentarse con seguridad.

La mangosta es muy ágil y recurre a saltos repentinos para evitar mordidas. Su pelaje abundante y su resistencia al veneno de las cobras hace que sean enemigos que casi siempre cumplen su objetivo.

El águila culebrera es especialista en alimentarse de serpientes… aún estando vivas.

Aves

  • Águilas

Las águilas no solo son depredadores de serpientes terrestres, sino también de las marinas. Desde varios metros de altura son capaces de observarlas dentro del agua y capturarlas con sus poderosas garras. Es increíble la fuerza que tienen tales aves para continuar el vuelo sin perder el equilibrio.

Algunas especies de águilas llevan la presa al nido y se encargan de despedazarlas para alimentar a sus recién nacidos, pero las hembras del águila culebrera (Circaetus gallicus) suelen ingerirlas vivas sin masticar, manteniendo la punta de la cola hacia afuera para que al momento de ir con sus crías estas puedan sostenerla y tirarla con fuerza hasta extraerla por completo y engullirla de la misma manera, pero esta vez ya sin vida.

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  • Halcones

Son expertos cazadores al igual que las águilas y emplean una técnica similar para capturarlas. Suelen pisarlas y atacarlas con el pico hasta aplastar la cabeza.

Las serpientes dan duras batallas, ya que se enrollan a una de las alas o a una pata del halcón, pero este no parece tener mucho problema con liberarse a tiempo.

  • Otras aves

La garza azulada (Ardea herodias), el arrendajo azul (Cyanocitta cristata) y el cuervo americano (Corvus brachyrhynchos) son otros ejemplos de aves que depredan serpientes.

Caimanes

Los caimanes y las serpientes son eternos rivales donde cualquiera puede resultar vencedor. La anaconda amarilla (Eunectes notaeus) es más vulnerable a morir en medio de los penetrantes dientes de un caimán a pesar de su fuerza constrictora, pues una sola mordida de su oponente basta para lesionarla de gravedad.

Otras serpientes

Por si fuera poco, entre las mismas serpientes suelen atacarse y hasta devorarse. Un ejemplo de esto lo podemos observar con las serpientes reales, pertenecientes a la familia Colubridae. Se caracterizan principalmente por tener en su dieta a otras serpientes, incluso venenosas. La inmunidad que ellas tienen contra el veneno de los ofidios de su región las convierte en depredadoras; incluso se alimentan de las poderosas serpientes de cascabel sin sufrir consecuencias por su veneno.

Las serpientes reales son depredadoras de otros tipos de serpientes, algunas de ellas venenosas.

Otros depredadores

Comadrejas, grandes sapos, musarañas, gatos domésticos, algunos tipos de zorro como el cangrejero (Cerdocyon thous), coyotes, mapaches y mofetas se incluyen a la lista de depredadores de los distintos tipos de serpientes que existen alrededor del mundo y que ocupan distintas localidades.

Humanos

Los humanos sin duda alguna encabezan esta lista. Los mencionamos al final no porque sean los menos peligrosos, sino todo lo contrario.

Son los principales responsables de la destrucción de espacios naturales y los encargados de transformar hermosos paisajes por construcciones de concreto, lo que provoca la invasión del territorio de las serpientes y sus fuentes de alimento; esto muchas veces las obliga a tener que satisfacer sus necesidades básicas en espacios humanos. Tal hecho implica que sean exterminadas ante el peligro que para las personas representan, según sus creencias.

Otra situación lamentable es el tráfico ilegal de pieles. Con ellas se fabrican botas, carteras, fundas, cinturones y varios artículos más que en algunas regiones tienen mucha demanda por su durabilidad; aparte, para los consumidores es satisfactorio portar una parte de un animal salvaje y temible.

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