Mamba Negra

Dendroaspis polylepis

Algunas personas simplemente con escuchar el nombre de mamba negra sienten temor. Es la especie venenosa más larga de África y la segunda en el mundo, después de la cobra real (Ophiophagus hannah). Este peculiar reptil perteneciente a la familia Elapidae contiene uno de los venenos más letales que existen.

Hábitat y distribución

Se distribuye por el África subsahariana. Se localiza desde el norte de Senegal hasta el noreste de Sudáfrica. Angola, Malí, Somalia, Tanzania, Zimbabue, Congo, son algunos países con presencia de mambas negras.

Sabanas arboladas, bosques ribereños, colinas rocosas, sabanas húmedas y secas, así como bosques, conforman el amplio hábitat de estos reptiles. Se esconden en árboles caídos así como en el interior de sus huecos y cerca de montículos de termitas. Pueden andar tanto en el suelo como entre los árboles, donde suelen camuflarse muy bien.

Es la especie venenosa más larga de África y la segunda en el mundo, después de la cobra real.

Anatomía y veneno

Una serpiente mamba negra adulta tiene una longitud de 2.5 a 4.5 metros y pesa poco menos de dos kilos. La parte superior de su largo cuerpo es de color marrón, gris, verde olivo o caqui, pero no son completamente negras como su nombre indica. En la parte de abajo son color crema o amarillo pálido y la piel es más sensible. El interior de su boca es azul oscuro o negro y sus ojos son muy redondeados.

Características de la serpiente mamba negra
Mamba negra – Dendroaspis polylepis

La punta de la cabeza tiene forma circular pero entre los ojos hay una superficie plana que le da una aparente expresión de agresividad en la mirada. El cuerpo en sí no es muy grueso comparado con el de las serpientes constrictoras, pero esto les da mayor agilidad para deslizarse con mayor fluidez.

Una sola puede matar a un humano en tan solo 20 minutos si no es atendido con prontitud.

El poder del veneno de la mamba negra llega a ser letal para el hombre, dependiendo de su edad y estado de salud. En comunidades donde no existen servicios médicos cercanos o cuando una persona solitaria fue mordida y no puede pedir ayuda, la probabilidad de que muera es del 100 %, ya que pueden matar a un humano en tan solo 20 minutos si no es atendido con prontitud.

Algunos pueden morir después de 30 o 60 minutos o incluso después de tres horas. Actualmente existen antivenenos disponibles y su efectividad ayuda a contrarrestar las repercusiones dañinas a la salud, pero mucho depende de la condición saludable de la persona y la rapidez con la que haya llegado la ayuda.

Alimentación

El veneno mata a un pequeño roedor en aproximadamente 4 minutos.

Son animales que capturan por medio de emboscadas. Tienen la habilidad para atrapar murciélagos, ardillas, damanes y pequeñas aves. El veneno mata a un pequeño roedor en aproximadamente 4 minutos, por lo que se puede ver la capacidad de las potentes toxinas  para acabar velozmente con la vida de un ser vivo.

Su técnica para atacar es lanzándose a morder una o dos veces y esperar a que su letal sustancia actúe por sí sola. Aunque la presa huya unos cuantos metros, la serpiente se mantiene cautelosa y paciente en espera de que la víctima comience a sentir los efectos en su sistema nervioso. Finalmente la tragan entera y los ácidos internos comienzan a desintegrar los tejidos para una mejor digestión. Este proceso lleva entre 8 y 10 horas.

Descripción de la mamba negra.
Mamba negra deslizándose por una rama.

Reproducción

Tienen una expectativa de vida de 11 años en estado natural.

Los apareamientos ocurren en la estación primaveral. Las batallas entre individuos masculinos consisten en entrelazar sus cuerpos y forcejear. Tal acto es confundido muchas veces con la posición de cópula. El macho se basa en las señales de olor para localizar a la hembra disponible y una vez que la encuentra, la lengua de este se encarga de inspeccionar las áreas de su cuerpo.

Una vez que concluyen el encuentro, regresan a sus guaridas por separado. Después de dos o tres meses, las hembras depositan de 6 a 17 huevos que terminan de desarrollarse en un mínimo de dos meses y máximo tres.

Amenazas

Entre sus amenazas naturales podemos mencionar a las mangostas, zorros, chacales, aves de presa, lagartos monitores, cocodrilos y humanos.

Estos últimos han ocasionado leves pérdidas de su hábitat. Aunque hoy en día no es un problema urgente, se espera que en unos años exista la probabilidad de que la situación tome un giro negativo. Están catalogadas dentro de la categoría “Preocupación menor (LC)” por la UICN.

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